martes, 21 de septiembre de 2010

La Nueva Vida de Melody. 8º Capítulo.


Liam POV








Estaba mucho más que frustrado. Me quería morir. Melody no quería hablarme y yo lo único que quería era que ella volviera a mi lado, me amara como yo a ella. Los celos, si los celos, me tenían loco. Era desquisiante la forma en que Melody besaba a su esposo. Lo apasionada y cariñosamente en que sus labios besaban los de él...Él. Los labios de Melody me pertenecían, eran míos. ¡Yo los besé por primera vez!, Melody me lo dijo en el tiempo en que estábamos juntos. "Estábamos" que triste suena. Quiero volver a ella, quiero besarla y decirle el cuánto lo siento. ¡Qué daría por estar en sus brazos y volverla hacer mía, como aquellas veces... Aún recuerdo su piel cálida contra la mía, su suavidad y adorable torpeza cuando estaba nerviosa. Extrañaba a Melody.





-Liam, despierta... -dijo una voz a mi lado. Si... Era esa voz, era aquella dulce voz y llena de inocencia, Melody estaba a mi lado.






No quise abrir los ojos, quería seguir sintiéndola. Melody acarició mis abdominales, trazó círculos sobre ellos y luego me dio un beso en los labios... Espera, esa no era Melody, no MI Melody, no no definitivamente no era... Melody besaba dulce e inocentemente.


Abrí los ojos y mi dulce y breve fantasía desapareció... Jen.. ¿Jennifer?, no..¿Julian? o como se llame, era la que estaba acostada a mi lado, no mi Melody...



-Me despertaste -mascullé fríamente saliendo de la cama.



-Perdona -dijo ella haciendo un puchero y haciéndose la sexy, pobre chica, si supiera que estaba haciendo sólo el ridículo tratando de excitarme nuevamente...



-Vístete, tengo que dejar ordenado el chiquero que dejastes anoche en mi living -le exclamé colocándome mis pantalones y mi camisa.



-No quiero... ¿porqué no vienes y seguimos jugando? -dijo trazando los mismos círculos sobre la sábana que minutos atrás había estado haciendo en mi pecho.



-Vístete y te vas... -Señalé fríamente la puerta y salí a ordenar un poco el departamento.




Durante el día no hice otra cosa que pensar en Melody, estaba frustrado, la perdí. Y todo por mi estupidez y mi egoísmo... ¡Si tan sólo hubiera estado con ella cuando me necesitó!, si sólo me hubiera aferrado a ella... Melody no salía de mi cabeza.
Por la tarde vagué por las calles, quería ir a la calle de su Café pero no quería que ella me viera, yo sólo la quería observar y seguirme transformando en el psicópata que era... Quería volver a ser el Liam que ella amó, quería que me volviera a ver con esa mirada de cariño y una hermosa sonrisa en sus labios. Quería que me abrazara y que me dijera que todo estaría bien. Quería a MI Melody de vuelta.
Luego de "sacar" de mi departamento a ¿Jen?. Miré a mi alrededor y mi departamento lucía horrible, desordenado y con varias botellas de Whisky, Vodka y cervezas regadas por el suelo luego de la agitada y "no recordada" noche por mi. Habían unos cuantos zapatos de tacón altos regados, supongo que todos eran de distintas chicas que traía al departamento. Seguí observando calladamente hasta que mi vista paró en un mueble al fondo de la sala... Detrás de varias botellas vacías, estaban las fotos de Melody tomada hace como diez años atrás, de nosotros tomando un helado en una heladería. Aún recuerdo sus vestidos, sus sombreros y sus gafas de colores y formas que usaba cuando hacía un día hermoso y estaba conmigo, que feliz fue aquella época.... Tomé la foto en mis manos y por mi cabeza pasó una fugaz idea.


Todo lo de mi alrededor me hizo pensar en una sola idea...
Tenía que cambiar para Melody.
Tenía que cambiar y recuperarla.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Juego de Manos. Presentación


¿Qué podría haber hecho mal?. ¿Quíen fue que lo descubrió?, ¿cómo?, ¿qué pasó con el tal "David Johnnson" el supuesto culpable de el terrible asesinato de la familia Fitz-Strauss?.









James Cadillan se encontraba una mañana fría del 15 de Septiembre en una cafetería en Brooklyn. Su expresso ya estaba frío, más que la mañana pero no tanto como su cuerpo.


-¿Se encuentra bien señor? -La camarera lo sacó de su penetrante y asustada mirada hacia el televisor que se ubicaba en la parte superior del café, en la esquina izquierda a un lado del ventanal. El televisor mostraba las noticias acerca de David Johnnson anunciando su liberación de la cárcel esta mañana.
-"David Johnnson fue liberado tras ser obsoleto al caso Fitz-Strauss. Esta mañana el agente Gilmore declaró ante la prensa -"El caso permanece abierto aunque haya sido liberado ya que se demostró que la huella en el arma homicida no pertenezca a David Johnnson. Aún no se ha podido descubrido a quién pertenece, pero estamos totalmente de acuerdo con el Laboratorio de que la huella no es de él y que la coartada que pertenece está confirmada por un familiar y un testigo. Por el momento, tenemos una prueba y nos extenderemos más allá de Manhattan. Tenemos una pista que nos dirige al centro de Brooklyn en uno de las calles más peligrosas de New York. " - Los periodistas abordaron al agente Gilmore con preguntas y el recepcionista de la barra cambió el canal suspirando fuertemente.




-Ehh, si. La cuenta por favor -Logró articular James Cadillan.




Tenía que salir, que correr. Rápido, sin incluso ser notado, tenía que desaparecer...




-Aquí la tiene -La camarera volvió a la mesa de James Cadillan, pero éste se había ido y dejado una pequeña cantidad de dólares y propina. Ya había desaparecido para las personas.




James Cadillan, tenía 46 años, era un hombre solitario, millonario anónimo... Era un asesino, culpable de la muerte del multimillonario matrimonio Fitz - Strauss y sus tres pequeños hijos, contando a los 37 empleados de la gran mansión.



James Cadillan, tenía que desaparecer de la faz de la tierra, o de la faz a los ojos de las personas. Esto es "Juego de Manos".

sábado, 11 de septiembre de 2010

La Nueva Vida de Melody. 7º Capítulo.




-Tengo que irme... -Melody susurró aún con su frente y la de Liam tocándose.






-Por favor, no.. -Liam se acercó peligrosamente a los labios de Melody y esta logró reaccionar antes de caerse en aquella tentación.






-Liam por favor... Para -Melody se alejó de él.






-¿Él vendrá a buscarte hoy?, ¿verdad? -Liam enarcó una ceja.






-Si, es mi esposo, ¿no crees? -Melody también enarcó una ceja.






-Si, bueno, ,me lo esperaba, si fuera tu esposo, no te dejaría sola ni un minuto -Liam susurró.






-No nos volveremos a ver Liam, no más... -Melody comezó a decir -esta fue la primera y última vez que te me acercas. Sal de mi vida de una vez.






-No me puedes pedir eso -Liam hizo una mueca de dolor -volví porque mi vida no tenía sentido, porque desde que terminé contigo hace diez años... Mi vida no es nada. No te imaginas cuanto te extrañé, cuanto anhelaba estar a tu lado -Liam no continuó y Melody lo interrumpió.






-¡Para Liam!, no me vengas a decir eso... Fui yo la que no pensaba en otra cosa que no fuera en ti... Incluso hace unos cuantos meses, volví a recordarte y a pensar en ti... Desde que me dejaste las lágrimas no eran de otra cosa que no fuera por ti -Melody prosigió -Y no te lo estoy pidiendo, te estoy obligando.






Dicho esto Liam dejó caer unas lágrimas y Melody mirándolo por última vez se dirigió al Café que probablemente seguía abierto, sin mirar atrás, donde se encontraba Liam llorando en silencio.



Era de noche y los neoyorquinos no dormían, habían luces que destacaban de Pub's, las tiendas nocturas y cafés como el de Melody en plena función. Cuando llegó al suyo, Vicente estaba impaciente hablando con Daniel el recepcionista. Melody entró y Vicente suspiró.






-¿Dónde estabas Melody? -Vicente la abrazó -Estás heladísima... ¿estuviste llorando?, ¿qué pasó? -Melody no se había dado cuenta que en el trayecto de el parque hasta el café había estado llorando.






-Nada Vicente no estoy llorando -Melody se safó bruscamente de su abrazo y se sentó en la barra. Vicente hizo lo mismo.






-Entonces explícame porqué estás en este estado y porqué no contestabas el celular -Vicente la miraba fijamente.






-Lo apagué, quería estar sola un rato. ¿No crees que soy bastante grande? -Melody habló fríamente.






-Perdona... -Vicente dejó de mirarla y le pidió a Daniel dos cafés.






Bebieron su café en silencio y Vicente quería disculparse por haberle dicho algo que la molestara cuando su mirada salió de Melody y se fijó en la calle de enfrente, un hombre alto, rubio los miraba fijamente. Éste al percatarse de la mirada de Vicente se fue caminando calle arriba.



-Perdona Melody -Vicente susurró mirandola a la cara y ésta lo miró con dulzura y le acarició la mejilla.





-Está bien, solo te preocupaste por mi... Te entiendo -Melody sonrió con alegría pero no le llegó a los ojos.





-Me dijeron que te encontraste con un tal Liam en la mañana -Vicente sacó cuidadosamente la mano de Melody de su cara para no ofenderla. Melody fulminó con la mirada a Daniel que los miraba y secaba unas tazas, éste bajó la cabeza en señal de arrepentimiento.





Melody sólo suspiró.







-Melody hablame de él -Vicente no parecía molesto, en absoluto. Él estaba debatiéndose mentalmente si enojarse con lo que él creía que escucharía, o ser paciente y dulce con ella.






Melody dudó seriamente. Quería decirle, que seguía loca y apasionadamente enamorada de él. Pero que lamentablemente la parte de su corazón que durante diez años no latió, ahora estaba latiendo de nuevo. Liam había vuelto a su vida, quiera o no.




-Liam me encontró hace unas semanas según supe -Melody no quería mirar a Vicente a los ojos, la vergüenza era demasiada. Estancó su mirada en sus manos.




-Continúa -A Vicente los celos ya lo tenían loco, y era recién el comienzo.




-Bueno... -Melody prosiguió - él aún no me olvida, aún me quiere. Dice que no logró olvidarme luego de diez años y que por eso me buscó -Melody mencionó con un dejo de sarcasmo.




-¿Él sabía que tú eres una mujer casada y feliz? -Vicente susurró con tristeza -¿eres feliz conmigo, ¿verdad Melody?.




Ambos se miraron y Melody estaba con la boca abierta, iva a responder pero Daniel los interrumpió.




-Chicos, disculpen de verdad. Pero yo creo que es hora de cerrar ¿no Melody?, no hay gente así que... -Daniel fue interrumpido por Melody.




-Claro, nosotros nos ívamos a la casa, tú cierra por favor. Te veo mañana.




Daniel miró a Vicente y éste asintió.



En el camino a la casa de Vicente y Melody, ninguno habló, el silencio era muy incómodo, para ambos. Pero al parecer ellos preferían quedarse en silencio, al llegar a casa, todo se sabría.



-Prosigue, por favor -Vicente se sentó en la cama de ellos y Melody quedó parada mirando la oscura noche en el ventanal de su dormitorio.


Melody suspiró.



-Si, soy feliz a tu lado Vicente. Eso quiero que lo sepas siempre -Melody susurró mirando el reflejo de Vicente sentado mirandola fijamente.


Ninguno habló.



-Pero le amas a él también, ¿verdad?, ¿aún? -Vicente hizo una mueca de dolor.



-No Vicente. -Melody se dio vuelta para mirarlo, éste la miraba asombrado y a la vez con una hermosa y pequeña sonrisa.



-¿Me amas como yo te amo a ti ? -Vicente se paró y caminó hacia ella. -¿Me deseas como yo te deseo Melody? -Vicente le susurró al oído y le acarició la espalda. Melody cerró los ojos ante este placentero cariño.



-Lo que sé, es que no quiero besar los labios de nadie más que los tuyos. -Melody besó apasionadamente a Vicente.




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