domingo, 10 de abril de 2011

LADIES & GENTLEMAN

ME MUDÉ DE BLOG !
Si ! comienzo de nuevo, nuevas historias, lágrimas, risas, comentarios y seguidores... Por favor mi nuevo blog es http://adrialyskymoon.blogspot.com SIGANME ! :D
Cualquier comentario por favor escribanme a adrialyskymoon@gmail.com ;)
LOS ADORO ! <3


A.S.M

martes, 21 de septiembre de 2010

La Nueva Vida de Melody. 8º Capítulo.


Liam POV








Estaba mucho más que frustrado. Me quería morir. Melody no quería hablarme y yo lo único que quería era que ella volviera a mi lado, me amara como yo a ella. Los celos, si los celos, me tenían loco. Era desquisiante la forma en que Melody besaba a su esposo. Lo apasionada y cariñosamente en que sus labios besaban los de él...Él. Los labios de Melody me pertenecían, eran míos. ¡Yo los besé por primera vez!, Melody me lo dijo en el tiempo en que estábamos juntos. "Estábamos" que triste suena. Quiero volver a ella, quiero besarla y decirle el cuánto lo siento. ¡Qué daría por estar en sus brazos y volverla hacer mía, como aquellas veces... Aún recuerdo su piel cálida contra la mía, su suavidad y adorable torpeza cuando estaba nerviosa. Extrañaba a Melody.





-Liam, despierta... -dijo una voz a mi lado. Si... Era esa voz, era aquella dulce voz y llena de inocencia, Melody estaba a mi lado.






No quise abrir los ojos, quería seguir sintiéndola. Melody acarició mis abdominales, trazó círculos sobre ellos y luego me dio un beso en los labios... Espera, esa no era Melody, no MI Melody, no no definitivamente no era... Melody besaba dulce e inocentemente.


Abrí los ojos y mi dulce y breve fantasía desapareció... Jen.. ¿Jennifer?, no..¿Julian? o como se llame, era la que estaba acostada a mi lado, no mi Melody...



-Me despertaste -mascullé fríamente saliendo de la cama.



-Perdona -dijo ella haciendo un puchero y haciéndose la sexy, pobre chica, si supiera que estaba haciendo sólo el ridículo tratando de excitarme nuevamente...



-Vístete, tengo que dejar ordenado el chiquero que dejastes anoche en mi living -le exclamé colocándome mis pantalones y mi camisa.



-No quiero... ¿porqué no vienes y seguimos jugando? -dijo trazando los mismos círculos sobre la sábana que minutos atrás había estado haciendo en mi pecho.



-Vístete y te vas... -Señalé fríamente la puerta y salí a ordenar un poco el departamento.




Durante el día no hice otra cosa que pensar en Melody, estaba frustrado, la perdí. Y todo por mi estupidez y mi egoísmo... ¡Si tan sólo hubiera estado con ella cuando me necesitó!, si sólo me hubiera aferrado a ella... Melody no salía de mi cabeza.
Por la tarde vagué por las calles, quería ir a la calle de su Café pero no quería que ella me viera, yo sólo la quería observar y seguirme transformando en el psicópata que era... Quería volver a ser el Liam que ella amó, quería que me volviera a ver con esa mirada de cariño y una hermosa sonrisa en sus labios. Quería que me abrazara y que me dijera que todo estaría bien. Quería a MI Melody de vuelta.
Luego de "sacar" de mi departamento a ¿Jen?. Miré a mi alrededor y mi departamento lucía horrible, desordenado y con varias botellas de Whisky, Vodka y cervezas regadas por el suelo luego de la agitada y "no recordada" noche por mi. Habían unos cuantos zapatos de tacón altos regados, supongo que todos eran de distintas chicas que traía al departamento. Seguí observando calladamente hasta que mi vista paró en un mueble al fondo de la sala... Detrás de varias botellas vacías, estaban las fotos de Melody tomada hace como diez años atrás, de nosotros tomando un helado en una heladería. Aún recuerdo sus vestidos, sus sombreros y sus gafas de colores y formas que usaba cuando hacía un día hermoso y estaba conmigo, que feliz fue aquella época.... Tomé la foto en mis manos y por mi cabeza pasó una fugaz idea.


Todo lo de mi alrededor me hizo pensar en una sola idea...
Tenía que cambiar para Melody.
Tenía que cambiar y recuperarla.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Juego de Manos. Presentación


¿Qué podría haber hecho mal?. ¿Quíen fue que lo descubrió?, ¿cómo?, ¿qué pasó con el tal "David Johnnson" el supuesto culpable de el terrible asesinato de la familia Fitz-Strauss?.









James Cadillan se encontraba una mañana fría del 15 de Septiembre en una cafetería en Brooklyn. Su expresso ya estaba frío, más que la mañana pero no tanto como su cuerpo.


-¿Se encuentra bien señor? -La camarera lo sacó de su penetrante y asustada mirada hacia el televisor que se ubicaba en la parte superior del café, en la esquina izquierda a un lado del ventanal. El televisor mostraba las noticias acerca de David Johnnson anunciando su liberación de la cárcel esta mañana.
-"David Johnnson fue liberado tras ser obsoleto al caso Fitz-Strauss. Esta mañana el agente Gilmore declaró ante la prensa -"El caso permanece abierto aunque haya sido liberado ya que se demostró que la huella en el arma homicida no pertenezca a David Johnnson. Aún no se ha podido descubrido a quién pertenece, pero estamos totalmente de acuerdo con el Laboratorio de que la huella no es de él y que la coartada que pertenece está confirmada por un familiar y un testigo. Por el momento, tenemos una prueba y nos extenderemos más allá de Manhattan. Tenemos una pista que nos dirige al centro de Brooklyn en uno de las calles más peligrosas de New York. " - Los periodistas abordaron al agente Gilmore con preguntas y el recepcionista de la barra cambió el canal suspirando fuertemente.




-Ehh, si. La cuenta por favor -Logró articular James Cadillan.




Tenía que salir, que correr. Rápido, sin incluso ser notado, tenía que desaparecer...




-Aquí la tiene -La camarera volvió a la mesa de James Cadillan, pero éste se había ido y dejado una pequeña cantidad de dólares y propina. Ya había desaparecido para las personas.




James Cadillan, tenía 46 años, era un hombre solitario, millonario anónimo... Era un asesino, culpable de la muerte del multimillonario matrimonio Fitz - Strauss y sus tres pequeños hijos, contando a los 37 empleados de la gran mansión.



James Cadillan, tenía que desaparecer de la faz de la tierra, o de la faz a los ojos de las personas. Esto es "Juego de Manos".

sábado, 11 de septiembre de 2010

La Nueva Vida de Melody. 7º Capítulo.




-Tengo que irme... -Melody susurró aún con su frente y la de Liam tocándose.






-Por favor, no.. -Liam se acercó peligrosamente a los labios de Melody y esta logró reaccionar antes de caerse en aquella tentación.






-Liam por favor... Para -Melody se alejó de él.






-¿Él vendrá a buscarte hoy?, ¿verdad? -Liam enarcó una ceja.






-Si, es mi esposo, ¿no crees? -Melody también enarcó una ceja.






-Si, bueno, ,me lo esperaba, si fuera tu esposo, no te dejaría sola ni un minuto -Liam susurró.






-No nos volveremos a ver Liam, no más... -Melody comezó a decir -esta fue la primera y última vez que te me acercas. Sal de mi vida de una vez.






-No me puedes pedir eso -Liam hizo una mueca de dolor -volví porque mi vida no tenía sentido, porque desde que terminé contigo hace diez años... Mi vida no es nada. No te imaginas cuanto te extrañé, cuanto anhelaba estar a tu lado -Liam no continuó y Melody lo interrumpió.






-¡Para Liam!, no me vengas a decir eso... Fui yo la que no pensaba en otra cosa que no fuera en ti... Incluso hace unos cuantos meses, volví a recordarte y a pensar en ti... Desde que me dejaste las lágrimas no eran de otra cosa que no fuera por ti -Melody prosigió -Y no te lo estoy pidiendo, te estoy obligando.






Dicho esto Liam dejó caer unas lágrimas y Melody mirándolo por última vez se dirigió al Café que probablemente seguía abierto, sin mirar atrás, donde se encontraba Liam llorando en silencio.



Era de noche y los neoyorquinos no dormían, habían luces que destacaban de Pub's, las tiendas nocturas y cafés como el de Melody en plena función. Cuando llegó al suyo, Vicente estaba impaciente hablando con Daniel el recepcionista. Melody entró y Vicente suspiró.






-¿Dónde estabas Melody? -Vicente la abrazó -Estás heladísima... ¿estuviste llorando?, ¿qué pasó? -Melody no se había dado cuenta que en el trayecto de el parque hasta el café había estado llorando.






-Nada Vicente no estoy llorando -Melody se safó bruscamente de su abrazo y se sentó en la barra. Vicente hizo lo mismo.






-Entonces explícame porqué estás en este estado y porqué no contestabas el celular -Vicente la miraba fijamente.






-Lo apagué, quería estar sola un rato. ¿No crees que soy bastante grande? -Melody habló fríamente.






-Perdona... -Vicente dejó de mirarla y le pidió a Daniel dos cafés.






Bebieron su café en silencio y Vicente quería disculparse por haberle dicho algo que la molestara cuando su mirada salió de Melody y se fijó en la calle de enfrente, un hombre alto, rubio los miraba fijamente. Éste al percatarse de la mirada de Vicente se fue caminando calle arriba.



-Perdona Melody -Vicente susurró mirandola a la cara y ésta lo miró con dulzura y le acarició la mejilla.





-Está bien, solo te preocupaste por mi... Te entiendo -Melody sonrió con alegría pero no le llegó a los ojos.





-Me dijeron que te encontraste con un tal Liam en la mañana -Vicente sacó cuidadosamente la mano de Melody de su cara para no ofenderla. Melody fulminó con la mirada a Daniel que los miraba y secaba unas tazas, éste bajó la cabeza en señal de arrepentimiento.





Melody sólo suspiró.







-Melody hablame de él -Vicente no parecía molesto, en absoluto. Él estaba debatiéndose mentalmente si enojarse con lo que él creía que escucharía, o ser paciente y dulce con ella.






Melody dudó seriamente. Quería decirle, que seguía loca y apasionadamente enamorada de él. Pero que lamentablemente la parte de su corazón que durante diez años no latió, ahora estaba latiendo de nuevo. Liam había vuelto a su vida, quiera o no.




-Liam me encontró hace unas semanas según supe -Melody no quería mirar a Vicente a los ojos, la vergüenza era demasiada. Estancó su mirada en sus manos.




-Continúa -A Vicente los celos ya lo tenían loco, y era recién el comienzo.




-Bueno... -Melody prosiguió - él aún no me olvida, aún me quiere. Dice que no logró olvidarme luego de diez años y que por eso me buscó -Melody mencionó con un dejo de sarcasmo.




-¿Él sabía que tú eres una mujer casada y feliz? -Vicente susurró con tristeza -¿eres feliz conmigo, ¿verdad Melody?.




Ambos se miraron y Melody estaba con la boca abierta, iva a responder pero Daniel los interrumpió.




-Chicos, disculpen de verdad. Pero yo creo que es hora de cerrar ¿no Melody?, no hay gente así que... -Daniel fue interrumpido por Melody.




-Claro, nosotros nos ívamos a la casa, tú cierra por favor. Te veo mañana.




Daniel miró a Vicente y éste asintió.



En el camino a la casa de Vicente y Melody, ninguno habló, el silencio era muy incómodo, para ambos. Pero al parecer ellos preferían quedarse en silencio, al llegar a casa, todo se sabría.



-Prosigue, por favor -Vicente se sentó en la cama de ellos y Melody quedó parada mirando la oscura noche en el ventanal de su dormitorio.


Melody suspiró.



-Si, soy feliz a tu lado Vicente. Eso quiero que lo sepas siempre -Melody susurró mirando el reflejo de Vicente sentado mirandola fijamente.


Ninguno habló.



-Pero le amas a él también, ¿verdad?, ¿aún? -Vicente hizo una mueca de dolor.



-No Vicente. -Melody se dio vuelta para mirarlo, éste la miraba asombrado y a la vez con una hermosa y pequeña sonrisa.



-¿Me amas como yo te amo a ti ? -Vicente se paró y caminó hacia ella. -¿Me deseas como yo te deseo Melody? -Vicente le susurró al oído y le acarició la espalda. Melody cerró los ojos ante este placentero cariño.



-Lo que sé, es que no quiero besar los labios de nadie más que los tuyos. -Melody besó apasionadamente a Vicente.




viernes, 27 de agosto de 2010

La Nueva Vida de Melody. 6º Capítulo.


Increíble, shockeante e impactante. Melody olvidó como respirar, y si quizás lo hacía era agitadamente. Era Liam, estaba frente a ella, alto y melancólico como siempre, sólo que aquella melancolía solo le brillaba en su juventud y ahora no era más que algo opaco sobre él. Pero aún así, estaba allí, agarrando su brazo con aquella misma torpeza jóven que alguna vez Melody ocultó en su memoria con tratar de olvidarlo... Era Liam.






-¿Qué haces? -Melody sacó todo recuerdo hiriente de su memoria y quitó su brazo del agarre de Liam.




-Perdona yo... -Liam suspiró exhausto -Melody perdona que haya aparecido así.







A Melody le dio un escalofrío al escuchar su nombre salir de los labios de Liam. Su voz había cambiado un poco, ya no era suave, era torpe y un poco más ronca. Definitivamente el Liam que ella conoció se estaba extinguiendo en aquel cuerpo.







-¿Qué quieres? -Melody se impresionó al notar su propia voz dura y fría. A Liam le dio como un cuchillazo en el estómago.





-Sólo quería verte... -Liam susurró.










-Ya me viste, ahora por favor desaparece -Melody comenzó a susurrar ya que la gente desde adentro, incluso los que trabajaban comenzaron a girar las miradas hacia ellos.





-Melody al menos conversemos por favor -Liam parecía desesperado.








-¡ No Liam ! -Melody gritó y Daniel, un recepcionista salió al encuentro de Melody.







-Melody, ¿todo bien? -Dijo enarcando una ceja y mirando con indiferencia a Liam.




-Si todo bien, él ya se iva -la voz de Melody sonó más fría aún.





-Si ya me iva -Liam susurró para sí mismo.











-Bien, Melody hay gente pidiendo más stock... -Daniel no pudo terminar.




-Claro ya voy, entra por favor -Melody le dijo a Daniel. Este obedeció pero no se fue si no antes lanzarle una mirada asesina a Liam.




-Andate por favor y no te vuelvas ha acercar a mi -Melody ni lo miró a los ojos, solo entró y al final vio a Liam irse calle abajo.





Luego de aquel primer y desbocado encuentro de Liam y Melody, esta no podía analizar bien todo lo que Liam le dijo, ¿para qué quería hablar con ella?, ¿para qué se dignó a aparecer ahora, si la dejó hace 10 años atrás con una herida que sólo Vicente a logrado llenar. Al parecer, aquella herida se había vuelto abrir y el dolor intenso volvía.





Esa tarde telefoneó a Vicente y le dijo que llegaría más tarde ya que comenzaban a ampliar una sala del Café. Éste no vio ningún problema en pasar a buscarla por la noche para que no anduviera sola.





Mientras tanto, Melody estuvo toda la tarde inspeccionando la sala en construcción pero su mente estaba en Liam durante todo el tiempo. Aún estaban en su mente, en su recuerdo, el aliento de Liam muy cerca de sus labios al hablarle luego de 10 años, el estado de shock en el que devería de haber caído y sus ojos grises. Lo más bello que Melody había visto jamás. Se sentía mal, el tan sólo seguir pensando en Liam era riesgoso para su relación con Vicente y para la vida de Melody. Luego de 10 años de soledad, tristeza y olvido. Por fin había logrado construír algo con el hombre más dulce de la tierra.




Melody terminó antes de lo previsto, no quiso llamar a Vicente, tenía que estar a solas y pensar un poco, así que se sumió en el atardecer neoyorquino y se encaminó hacia el Central Park para poder despejar su mente.





Realmente, Melody no quería perder nada de lo que había vivido con Vicente, era su esposo y no lo decía su anillo en su mano izquierda, lo decía su conciencia y su corazón aunque este anillo en este minuto le estuviera doliendo como si pesara 5 kilos. Aquel anillo sólo representaba una linda ceremonia que vivió con Vicente. La unión hacia él, un bello vestido y por supuesto, el anillo de plata con un pequeño diamante sobre él.



Melody pensaba que Liam solo apareció para molestarla, aunque aquella teoría era más bien estúpida. Siendo Liam, era obvio que quería algo de ella. ¿Qué era?, era un muy buena pregunta.







-Con que aquí estás.... -Liam estaba detrás de ella, mientras que Melody estaba sentada en una banca mirando perdidamente en sus pensamientos hacia el pequeño estanque.



-Era muy obvio que me seguirías sabiendo que me estuviste observando toda la tarde desde el café de enfrente -Dijo Melody sin ni siquiera mirarlo a la cara -Es muy de ti...



Liam no respondió, se sentó al lado de ella con cautela y sin dejar de mirarla. Esta no reflejó ninguna expresión. Seguía mirando detenidamente como el agua caía en el estanque.

 

-¿Qué ha sido de ti Melody? -Liam también comenzó a mirar el agua caer.


- Estoy felizmente casada con el hombre que amo y vivimos bien. Tengo un Café Literario y unas historias que contar. ¿Y tú?. -Melody preguntó con un gesto irónico.


-No he hecho nada más productivo con mi vida desde que terminé contigo... -a Liam le dolió aquello y Melody enarcó una ceja.

Desde que rompió con Melody era realmente una persona sin vida. Sus sentimientos estaban guardados en lo más profundo de su corazón y su mirada había perdido lo brillante, lo vivo y lo pacífico.


Ninguno de los dos habló más. Pasaron como cinco minutos y Melody habló.


-¿No tienes más que decir? -Melody tenía la vista nublada en lágrimas. Tenía unas ganas terribles de llorar, de gritar y de abrazar a Liam por todo el tiempo perdido y lo mucho que lo había extrañado estos diez años. Pero ya aquello no podía cumplirse. Melody tenía que de una vez por todas cerrar ese capítulo y todo llamado LIAM.


-No... -Liam giró la cabeza y la miró. Realmente estaba maravillado con lo bella que estaba, para él siempre había sido bella. Pero esta tenía diecisiete años, era una niña aún, pero ahora estaba toda una mujer, en la flor de su espíritu. Liam se sintió lo suficientemente enamorado. Estaba viviendo, luego de diez años, el amor adolescente que algún día sintió. Y que por supuesto, durante diez años sintió, pero que ahora era de la manera más intensa. Como la primera vez.


-¿No me amas? -Melody dejó caer lágrimas y Liam lloró con ella.


-Más que a mi vida. Aún y siempre -Liam besó su frente.













miércoles, 18 de agosto de 2010

La Nueva Vida de Melody. 5º Capítulo.


-Tenemos que hablar -Vicente se colocó serio nuevamente luego de una alocada sesión de besos con Melody y esta terminó de vestirse mientras Vicente esperaba inquieto en el sofá del Despacho de Melody. Por primera vez desde hacia cinco años que vivían juntos que jamás había pisado el despacho de Melody. Miraba por todos lados asombrado por lo grande del lugar, pareciera como si el despacho estuviera en otra casa y no ahí mismo. Vicente comenzó a recoger una montonera de papales tirados por el suelo que Melody había dejado, y leyó el poema que Liam le había dedicado cuando eran jóvenes. Con lágrimas, guardó el poema en su bolsillo y se dirigió al sofá del Living. Se sentía incómodo estar en el despacho.



Melody bajó las escaleras con unos jeans y un sweater negro. Vicente giró la cabeza y le susurró:


-Estás bellísima -Vicente tenía los ojos un poco hinchados y se le veía cansado.


-Cariño, ¿Qué pasa? -Melody se sentó al lado de él y lo abrazó, pero este no le devolvió el abrazo -¿quieres hablar, verdad?


-Si... Empieza por decirme, ¿por qué estabas llorando histérica cuando me llamaste al Hotel en París? -Vicente habló fríamente a Melody sin mirarla.


-Porque te necesitaba... -Melody susurró.


-¡Basta Melody! -Vicente se paró indignado y se colocó frente a ella que tenía la cabeza entre las piernas, se había colocado a llorar -Dime la verdad Melody.. Por favor -Vicente la obligó a mirarlo.


-Te llamé... -Melody comenzó a decir- porque había recibido un Mail de una persona que hace años ya no veo... -A Melody se le quebró la voz.


-¿Quién es?, ¿es ese tal Liam? -Vicente enarcó una ceja.


-Si... Fue la primera persona de la que me enamoré..


-Y de la que sigues enamorada... -Vicente susurró conteniendo las ganas de llorar.


-¡No! -Melody gritó y abrazó a Vicente -Te amo a ti...


-Para Melody... -Vicente estaba a punto de explotar -Eso es mentira, sigues enamorada de él. Lo llamas aveces en las noches mientras duermes, o hablas de unos "Tulipanes Blancos", mencionas a una tal Isabel... Mierda! Melody no aguanto ! -Vicente la soltó de sus brazos tirándola al sofá. Melody siguió llorando en silencio.


-Melody... Es mejor que decidas, no puedo seguir así... -A Vicente se le quebró la oz y comenzó a llorar en silencio. Tenía el verdadero temor a flor de piel de que perdería a Melody.


-Te amo -Melody lo abrazó y le habló al oído -Eso ya pasó... Fue en el pasado, él me dejó, por eso quizás aún estoy mal. Pero tú eres el único que me ha llegado al corazón. 


-Te amo Melody -Vicente la besó en los labios.


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Esa misma noche, Vicente se levantó a hurtadillas para no despertar a Melody que yacía casi inconciente durmiendo. Vicente sacó el poema y lo quemó en la chimenea del Living... Era lo mejor. Según él.


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Al día siguiente se fueron a trabajar, era lunes nuevamente y Melody tenía que ir al café y Vicente tenía unas reuniones con su agente y unas editoriales. Cuando Melody despertó Vicente le había dejado una nota que decía "Tuve que irme, una de las reuniones se adelantó y yo, por supuesto, fui el último al que avisaron ¿que raro, se supone que soy yo la estrella Jajaja.. Te amo".


Melody se duchó, vistió y salió volando hacia el café porque ya era demasiado tarde, tomaría desayuno allá mismo. Hacía un poco de frío pero el cielo estaba azul y el sol ya estaba en su magnitud. Melody condució su auto y aparcó enfrente del Café. La gente se veía desde afuera claramente, los ventanales llegaban hasta el cemento de los yacimientos. La gente reía, algunas leían y otras solo tomaban cafés y conversaban. Todos los días lunes el Café estaba con gente, tampoco lleno de gente, algunas veces ivan las mismas personas, otras llegaban gente de negocios para algunas reuniones y tomaban unos asientos más alejados para tomar café. 


Melody bajó del auto y al abrir la puerta del café, un hombre alto, rubio de impactantes ojos grises y la sonrisa inocente la agarró del brazo.


-Liam... -Melody logró articular.


jueves, 12 de agosto de 2010

La Nueva Vida de Melody. 4º Capítulo


-Volveré mañana... No sabes cuanto quiero salir de aquí para solo tomar un vuelo y llegar a besarte. Te extraño muchísimo -lo último le salió como un susurro de dolor a Vicente.


-Yo también te extraño, has estado fuera casi una semana. Es demasiado... -Melody soltó un bufido de frustración.


-Melody, ¿qué pasa? -Vicente notó aquello.


-Nada.. -a Melody se le quebró la voz.


-Melody, habla de una vez por todas -Vicente enarcó una ceja.


-¿No habrás estado mirando mujeres verdad?, me han dicho que las francesas son muy hermosas.. -Melody dijo esto último con tristeza.


-Melody cuantas veces tengo que decirte que eres la única en mi corazón. Te amo, no necesito modelos francesas con piernas de 3 metros -Vicente elevó la voz.


-¡Pero acabas de confirmar que las estuvistes mirando! -Melody frunció los labios.


-Amor, solo tengo ojos para ti... Y si las he mirado, por supuesto, cuando van a pasarme los libros para que se los firme. Te amo a ti Melody. -Vicente sonrió.


-También te amo... Nos veremos mañana, ¿verdad?. ¿A qué hora sale tu vuelo? -Melody miraba por la ventana la lluvia caer.


-Si, por la mañana, así que estaré cerca de la tarde por allá... Ya quiero verte y abrazarte. Prométeme que estarás en casa cuando yo llegue... Hey extraño tu comida... La de estos hoteles será costosa, pero no se compara como tú cocinas -Vicente exhaló.


-Jajaja ! no te preocupes, cuando llegues, te estará esperando un gran pastel en el horno.


-Eso espero... ¿Cómo va el Café?, ¿mucha gente? -Vicente se tiró en su gran cama.


-Si demasiada... Estoy exhausta. Ya llegaron nuevos libros, hoy estuvimos con los demás colocándolos en los estantes y mis brazos me duelen. Tenías razón, a la gente le gusta el café con crema encima -Melody y Vicente se largaron a reír.


-Te lo dije... Soy un genio -Vicente reía.


-Ya lo sé!.


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Melody esa misma noche antes de irse a la cama, abrió su MacBook y revisó su Gmail. Tenía un mensaje y casi se desmaya del susto.

Empezó a sudar frío y sintió que la sangre se le fue de la cara. El mensaje que contenía:


"No puedo creerlo. Sinceramente pensé que jamás te volvería a ver. Tus rizos están más largos y tu color chocolate está más intenso. 


Melody empezó a temblar y sus lágrimas le caían sin control. No tenía a quien recurrir, estaba solo Vicente pero estaba a tres horas en avión. Rápidamente buscó en su escritorio el número del Hotel en el que Vicente se hospedaba, marcó el número y una voz masculina francesa le habló amablemente:


-Bonsoir, j'ai besoin de place pour les 315 s'il vous plaît -Melody estaba muy agitada.

-Merci -Dijo Melody al recepcionista luego de un rato, respirando entrecortadamente.


-¿Si? -dijo Vicente con voz adormilada...


-Vicente! -Melody estalló en lágrimas.


-¿¡Melody?!, dime ¿qué pasa? -Vicente se incorporó de un salto en la cama.


-Te necesito, por favor ven... -Melody no paraba de llorar.


-No te preocupes, por favor primero ¿quieres explicarme que te pasa? -Vicente se levantó de su cama.


-Solo ven... -Melody susurró.


-Melody, ¡explícame que te pasa! -Vicente gritó demasiado fuerte para que Melody siguiera llorando -Por favor, amor perdóname, pero de verdad no entiendo que mierda te pasa. Cálmate Melody, tomaré el primer vuelo, no hagas nada estúpido, dentro de 3 horas estoy allá. Prométeme que estarás bien.

-Lo prometo... -Melody estaba muy agitada.


-y que cuando vuelva me explicarás todo... Porque de verdad, aveces pienso que no conozco a mi esposa...


-¿De qué ha..hablas? -Melody logró articular entre lágrimas.


-Tú sabes bien de qué hablo... Ya es momento de que yo también hable, no aguanto más estar escondiendo todo -Vicente habló fríamente -Llamaré al aereopuerto y cancelaré la última reunión. 


-Vicente, ¿de qué hablas? -Melody le hizo caso omiso a que Vicente volvería. Se secó las lágrimas dolida por la expresión de Vicente.


-Desde hace mucho tiempo que quiero saber por ejemplo qué hay detrás de tu despacho al cual en mi propia casa tengo prohibido entrar -Vicente no cambió su tono frío y duro -Otra cosa... Por qué mientras duermes susurras a un tal "Liam", Melody, sé que he sido una buena persona contigo, te amo desde lo más profundo de mi corazón pero nosé que te pasa. Mira si hay alguien más... -a Vicente se le quebró la voz cuando dijo lo último.


-Te amo -Melody susurró -Eso ya no importa...


-Si importa Melody !... Mira, arreglaré las cosas y cuando llegue hablaremos. Me lo explicarás todo, no importa cuanto me duela. Te amo - Vicente susurró muy dolido. Ambos siguieron ahí en línea sin cortarse, hasta que Vicente frustrado cortó.


Melody esa noche a duras penas se fue a su despacho, estaba mareada porque  las palabras le resonaban en su cabeza como si Liam se las hubiese  dicho  "Sinceramente pensé que jamás te volvería a ver" su cara le apareció en su mente luego de 10 largos años. No le bastaba lo suficiente como para aparecer en los sueños de Melody. Era verdad además que Melody susurraba el nombre de Liam por las noches y que Vicente se durmiera frustrado al no saber quien mierda era Liam.

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Vicente llegó a New York a eso de las ocho de la mañana, estaba exhausto y no había dormido absolutamente nada en el avión, solo se dedicó a pensar que era lo que podía hacer para no perder a su esposa. Llegó a la casa y subió las escaleras a la habitación pero Melody no estaba. Bajó las escaleras y vio de lejos que el despacho de Melody estaba entreabierto, por primera vez vio lo grande que era aquella habitación. Entró y vio a Melody dormida en el gran sofá blanco que estaba cerca del gran ventanal con el balcón de vista al patio trasero. La luz tenue de la mañana iluminaba los cabellos de Melody y le dejó ver a Vicente lo cansada que se veía, llevaba unas bolsas bajo los ojos y sus mejillas estaban muy rojas. Vicente supo que había estado llorando y lo mucho que él la extrañó.


Se acercó a Melody y se sentó cerca de ella, quiso dejarla dormir un poco más y le besó sus labios suavemente. No se sentía enojado con ella, en absoluto, en realidad Vicente tenía miedo de que lo dejara. Se acurrucó al lado de ella y juntos durmieron un buen rato más.


Melody despertó antes que Vicente y notó que este ya estaba a su lado abrazándola. Saltó sobre él y Vicente se sobresaltó.


-Yo también te extrañé -Logró articular ya que Melody no lo dejaba respirar.


-Perdóname... -Melody comenzó a llorar y Vicente hizo un gesto de dolor.


-Melody hablaremos cuando estemos más calmados, ¿ya? -Vicente besó los labios de Melody hasta que el beso se profundizó, Melody enroscó sus dedos en el cabello de Vicente y él la agarró por la cintura para sentirla más cerca de él. Realmente había extrañado la calidez de su esposa.




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