Mañana En La Noche Dime Que Me Amas. 24º Capítulo

En el resto de la semana, Liam estuvo distante de Melody, se sentía destrozado e incluso herido. Pero "el amor aparece cuando menos te lo esperas", así es el dicho y al parecer Liam no lo entendía, quería que Melody le correspondiera que a él de la misma forma. Melody también sintió el rechazo de Liam en la semana, no le hablaba y lo poco eran solo muecas o simples palabras. Ni siquiera se veía el afectuoso Liam de siempre y Melody ya se estaba asustando así que decidió enfrentarlo:

-¿Se puede saber que te pasa mi amor? -Melody lo abrazó por detrás a Liam, ambos estaban en el balcón de este.

-Nada -Liam fue duro y frío. Pero la pena era visible en sus facciones.

-Te conozco cariño mío, algo te pasa... Dime -Melody colocó su cara de perrito y le empezó a besar los hombros.

-Nada Melody -Liam elevó un poco la voz y la enfrentó a la cara. Esta había quedado dolida por el rechazo y retrocedió.

-¿Porqué me hablas así?, Liam ¿qué te he hecho? -Melody se cruzó de brazos y ahora estaba seria.

-Nada, solo quiero estar solo -Liam se sintió incómodo y empezó a mover sus manos raramente.

-Ok, te dejo solo -Melody dio media vuelta estaba herida así que caminó a paso decidido cuando Liam le habló:

-Melody... Perdona pero esque... -Liam titubeó y avanzó hacia Melody que estaba de brazos cruzados esperando una explicación -Has estado rara ultimamente y... con lo que me dijiste la otra noche..yo -Liam se sentía muy incómodo e hizo una mueca de pena.

-¿Cón lo del primer amor? -Melody enarcó una ceja entendiendo el curso del problema.

-Si.. -Liam agachó la cabeza avergonzado.

-Ven. -Melody lo jaló del brazo hasta un espejo largo que se ubicaba al fondo del pasillo y lo dejó frente al espejo.

-Te dije que mi primer amor era de grandes ojos grises y de pelo rubio, además que se sonrojaba por todo -Liam entendió y se sonrojó como Melody decía, esta le hizo un gesto para que se mirara al espejo y Liam por fin entendió.

-Era yo -Liam dijo con una sonrisa y con un tono carmesí sobre sus mejillas.

-Eres, mi amor -Melody lo besó con dulzura y este la abrazó tiernamente.

-Perdona Melody, te amor ¿si? -Liam la seguía abrazando y la besó en el pelo.

-Claro mi amor, también te amo -Melody lo volvió a besar.

Si, era un peso menos sobre estos dos chicos, esa noche Isabel invitó a dormir a Melody a su casa esa noche y así pasarían más tiempo con Liam. Melody aceptó y Daniel acompañó a Melody hasta la casa para hablar con Isabel.

-¿Cómo has estado?, ¿va bien el nuevo trabajo? -Daniel bebía el Martini que Isabel le ofreció y estaban sentados en el living mientras que Melody y Liam estaban en el segundo piso.

-Si, ya he decorado tres casas en un día y tengo llena la agenda para la otra semana -Isabel bebió un sorbo de su Martini orgullosa.

-Que bien, eso es buenísimo, imagínate que dirán después algunos diseñadores cuando quieran contratarte y vieran tu currículum -Daniel le dedicó una sonrisa.

-Si. Ojalá que siga así de buenísimo -Isabel acariciaba la base de su copa.

-Isabel -Daniel miró hacia la ventana mirando a la lejanía.

-Dime -Isabel lo miró a él.

-¿Alguna vez hiciste algo alocado con algún hombre?, algo del que no te arrepintieras? -Daniel seguía mirando al infinito.

-Si, muchas cosas, la mejor quizás, fue con el padre de Liam. Justin -Isabel también miró hacia el infinito como recordando y bebió otro sorbo.

-¿Qué fue? -Daniel susurró.

-El haber tenido a mis hijos con él. a Lucas y a Liam. -dijo Isabel cerrando los ojos suavemente y recordando aún más el pasado -¿Y tú?.

-Si, también tengo una, pero creo que abarca a todo en general, quizás no lo entiendas. Pero es a mi punto de vista -Daniel bebió un sorbo de su martini.

-Dime cual es -Isabel lo miraba tiernamente.

-El haber llegado hasta aquí y aún no haberme arrepentido de nada -Daniel miró su copa.

-Por todo lo que has pasado, ¿verdad? -Isabel bebió un sorbo.

-Si -Daniel hizo una pausa y sonrió pacíficamente -¿cómo fue cuando te casaste con tu ex esposo? -Daniel se veía curioso.

-Me sentía en las nubes, feliz y muerta de miedo -Isabel miro a Daniel -Como una verdadera esposa.

-¿Cómo fue todo? -Daniel seguía curioso.

-Me casé en el 92'... Justin desde ese entonces trabajaba en una constructora y se preparaba para ser ingeniero -dijo Isabel enarcando una ceja como si la profesión le divirtiera.

<"Su padre, mi suegro. Me adoraba desde ese entonces, me llevaba bien con su familia aunque todos creían incluída mi familia, de que eramos muy jóvenes para casarnos y que no duraríamos nada. Pero yo estaba enamorada y nada me importaba más que vivir para "siempre" con Justin, así que nos fuimos a vivir a un pequeño apartamento en un condominio y al año siguiente nació Lucas -Isabel paró un momento recordando la vívida imagen en su mente y prosiguió -Justin se veía feliz desde un principio. Estaba feliz con su hijo y lo sacaba a todas partes. Al año siguiente nació Liam y todo cambió, Justin se veía más cansado, no le prestaba la más mínima atención a Liam y Lucas se aprovechó de aquello. ¿Me creerías si te cuento, de que todo lo que pasó, del cómo mi hijo mayor se transformó en un mounstro que su propio padre creo, yo lo odiaba?  -Isabel estaba que se le quebraba la voz, Daniel la miraba fascinado -Empecé a sentir odio por mi propio hijo al ver el cómo crecía, lo cínico que se estaba volviendo junto con su padre. Y yo, me encerré en una burbuja sola y al pasar los años me di cuenta de que al menos debí encerrarme en aquella burbuja con Liam, para que no se sintiera tan solo. Abandoné a mi propio hijo, nunca lo apoyé cuando debía">.

Isabel bebió un largo trago de Martini y sonrió profundamente.

-Nunca me pasó eso, nunca bueno. Nunca con Susan tuvimos más hijos, quedamos satisfechos con Melody, bueno al menos lo hizo notar -Daniel enarcó una ceja.

-¿A qué te refieres? -Isabel lo miró con una incógnita en su cara.

-Con Susan tuvimos a Melody cuando ella tenía diecisiete años -Daniel bebió un sorbo de Martini -Susan jamás dejó de culparme implícitamente de que por culpa de Melody no pudo conseguir sus sueños. Aunque no me lo decía en la cara, con alguna indirecta, lo hacía conocer y eso me mató por años. Para mí desde el principio mi hija jamás fue un error -Daniel sonrió serenamente.

-¿Qué quería estudiar Susan? -Isabel se vio intrigada.

-Quería entrar a la Fuerza Aérea, pero cuando se enteró de su embarazo. No pude nunca olvidar su cara de horror y de asco cuando se enteró -Daniel se acarició la frente tratando de olvidar el recuerdo -Pero con el tiempo también supe de que Melody, siempre fue su hija querida apesar de todo. Sólo que no la amó nunca como una madre lo hace -Daniel miró hacia la ventana de nuevo.

-Debió ser incómodo y terrible vivir así tantos años. Sabiendo que tu esposa no ama a tu propia hija como debiera, ¿Influyó eso en Melody todo este tiempo? -Isabel susurró.

-No, bueno hasta ahora que hace sólo unas semanas de que Susan se fue. Pero al menos siempre vi a mi hija crecer hermosa, feliz y saludable. ¡Qué más podía pedir!, me sentía bien verla así, pudimos disfrutar de su infancia al menos como debíamos. Pero Susan siempre estuvo ausente en una manera implícita, siempre callada y sin decirme nada. Y cuando me lo decía, me lo hacía retumbar en mi mente. Pero por supuesto, yo la amaba dentro de todo, era la madre de mi hija y sí que la amaba, bueno hasta ahora que creo que todo acabó -Daniel sonrió cansadamente y bebió otro sorbo.

-Siempre pasa eso, ¿verdad? -Isabel miraba la ventana.

-¿Qué cosa? -Daniel la miró curioso.

-El que siempre nos hayan dicho las cosas implícitamente y nos duela solo a nosotros -Isabel se acarició los brazos.

-Si, es así como debe ser o si no nada sería bueno -Daniel bebió el ultimo sorbo de su Martini y esa noche al domirse en su cama, abrazó el espacio vacío de el lado donde su esposa solía dormir.