Mañana en la noche Dime que me Amas. Primer Cap

Todo empezó una tarde calurosa y soleada de verano. Melody estaba recostada en su cama, sentía el suave desliz de la cortina al viento del balcón de su dormitorio. Tenía los ojos cerrados y el viento le hacía dormir, cuando de pronto escuchó a lo lejos un camión que aparcaba en la casa de al lado, le siguió una fuerte frenada de un auto, pero lo ignoró. Se sentó en su cama y encendió la TV, saltaba de canal en canal sin ver nada hasta que de aburrida la apagó. Caminó al balcón y miró hacia al lado. La antigua pareja de ancianos se había mudado y hoy llegaban los nuevos vecinos, Melody esperaba ansiosa y emocionadamente de que haya alguna jóven de su edad y rezaba por que no sean otros ancianos aburridos. Miró hacia el camión y hombres bajaban los muebles, el auto había desaparecido. De la nada salió de espaldas a Melody que se encontraba en su balcón, una mujer alta y rubia de unos treinta y cinco años tranquila y de cara amable que llevaba un largo vestido blanco, seguida de un hombre alto también de nariz ganchuda y de pelo castaño el cual revelaba unas cuantas canas. Habían salido del garage de la casa. Caminaron hacia un hombre que bajaba un gran armario y les empezó a hablar algo que Melody no alcanzó a escuchar.

Melody se recostó sobre el balcón y cerró sus ojos, daba las gracias de que haya una brisa tan reconfortante. De pronto escuchó otra voz más jóven que salía del garage.

 

- Mamá, ¿Puedes decirles que tengan cuidado con mis cajas? - Melody abrió de un golpe los ojos y vió a un jóven que caminaba hacia sus padres, era de estatura alta igual que sus padres, tenía el pelo rubio y llebava un polerón gris y pantalónes negros, pero al ver sus zapatillas que eran de hartos colores, Melody soltó una risita. La cual corrió hacia adentro para que no la descubrieran y escuchó lo siguiente.

-¿Quién fue esa? -preguntó el jóven dándose la vuelta para ver de donde provenía. Su voz era increíblemente seductora aunque estuviera sospechando, tenía acento inglés. Melody sintió su corazón latiendo fuertemente, los nervios de ser descubrida la avergonzaría por el resto de tiempo que la familia nueva se quedara. 

-Deben ser niños que juegan cariño -respondió su madre con desdén -Empieza a ordenar tus cosas en tu dormitorio, Liam.

"Se llama Liam" pensó riéndose Melody, la manera en que su madre le hablaba era de muy "hijito de mami". Al pasar un rato Melody se encontraba de nuevo en su pieza, se cepillaba su larga cabellera color chocolate, cuando escuchó que alguien habría el balcón de la casa de al lado. Se asomó por la pared con suerte para solamente mostrar sus ojos. Y vió a Liam recostado en el balcón de la misma manera que lla lo hizo, también tenía los ojos cerrados. Melody lo podía ver con claridad, ya que sólo los separaban dos metros de cada balcón. Caminó más hacia afuera pretendiendo no despertarlo. Se apoyó ella también con sólo sus brazos. Se colocó a observarlo por solo unos momentos, su piel y su pelo brillaban armoniosos a la luz del atardecer. Melody se encontraba en sus pensamientos tratando de seguir maravillándose por Liam. Cuando un pájaro que se posó sobre la cabeza de Liam, la hizo reír. Esto hizo que Liam asombrado mirara a Melody con unos espectantes ojos grises y brillantes.